Durante los últimos tiempos en el mundo se le está dando valor a la Kabbalah como una herramienta para encontrar el «sentido de nuestra existencia», para crecer en los diferentes niveles de nuestra alma.
La estrella de David es un elemento representativo de la Kabbalah
Hoy en día la psicología moderna y algunos filósofos han limitado el éxito y las funciones del ser humano al pensamiento. Pero el pensamiento desde la Kabbalah no es más que la «realidad subjetiva» del individuo, de lo que hay en su consciencia.
No podemos pedirle a alguien que piense diferente de lo que tiene en su conciencia, es decir, que su forma de pensar, su forma de hablar y actuar, es una proyección de lo que hay en su realidad interior.
Por eso la Kabbalah viene a darnos luz (claridad) en nuestra conciencia y de esa manera fortalecer y guiar a nuestra voluntad para que tome el control de nuestra mente (que es una herramienta del alma) y transforme o direccione mejor sus pensamientos, dándoles un enfoque energéticamente adecuado para cumplir con la misión de nuestras vidas.
De nada sirve incentivar a la gente a que piense diferente sino hay un crecimiento en su «yo consciente»….el objetivo de todo esto, además de tener éxito en la vida, es llevarnos a una mejor relación con el Creador, con mi prójimo y con nosotros mismos.
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