Guepardo saltó inesperadamente sobre el techo abierto de su todoterreno.
El animal, que al parecer solo trataba de encontrar un lugar donde protegerse del sol, no prestó mucha atención a los ocupantes del vehículo, mientras que los visitantes, que no creían lo que veían sus ojos, se quedaron paralizados.
Poco después, el guepardo decidió abandonar el lugar y regresó la sabana sin provocar en los visitantes nada más que un gran susto.